Para sensibilizarnos al comportamiento tóxico de otros
es bueno hacer un primer examen de nosotros mismo, revisándonos con respecto a la primera sub-escala de comportamiento tóxico: la
Supervisión Abusiva. Es claro que estas preguntas también nos las podemos
hacer con respecto a una tercera persona cuyo comprotamiento da muestras de ser
tóxico con respecto a nosotros o con respecto a otros. Las preguntas
claves de la Supervisión Abusiva son:
- ¿Ridiculizo a mis subordinados?
- ¿Responsabilizo a mis subordinados de asuntos que están fuera del ámbito de su responsabilidad?
- ¿Ignoro a propósito los compromisos de mis subordinados fuera del ámbito de su trabajo?
- ¿Hablo mal de mis subordinados a otra gente en el mismo lugar de trabajo?
- ¿Menosprecio públicamente a mis subordinados?
- ¿Me la paso recordándole a mis subordinados sobre sus errores o fracasos del pasado?
- ¿Le digo a mis subordinados que son incompetentes?
Si la respuesta a una o varias de estas preguntas es “si”,
entonces hay un foco rojo serio, que debe atenderse.
(Preguntas basadas en la escala propuesta por Schmidt, 2008)
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